El MD-82 se estrelló por las prisas de los pilotos y un fallo mecánico recurrente

Una cadena de errores, humanos y técnicos, tumbó el MD-82 de Spanair hace un año en el aeropuerto de Barajas y acabó con la vida de 154 personas. La tripulación no configuró adecuadamente el avión para el despegue y más tarde no revisó correctamente la posición de los alerones imprescindibles para levantar vuelo. Además, la alarma que debía alertar a los pilotos no funcionó, según el informe que la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) emitió ayer para el primer aniversario de la tragedia.

Lo más grave es que el cúmulo de errores ya se dio en 1987 en Detroit (donde un accidente muy parecido causó también 154 muertos). Y en Indonesia en 2005 y en Lanzarote en 2007 se sucedieron fallos similares sin que nadie -ni Boeing ni las aerolíneas ni las autoridades aéreas- impusieran las reformas que ahora pide la autoridad española. Todo lo que podía fallar en el vuelo JK5022 falló.

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